Por Norberto G. Asquini

Se cumplieron esta semana 44 años del copamiento de la localidad de Jacinto Arauz el 14 de julio de 1976, en el operativo militar y policial que se convirtió en el más brutal hecho de Terrorismo de Estado contra una localidad de La Pampa. Ese día tomaron el Instituto Secundario “José Ingenieros” y detuvieron a numerosos vecinos. Allí fueron secuestrados, entre otros, tres profesores del colegio –Carlos Samprón, Angel Alvarez y Víctor Pozo Grados–, un médico –Luis Carlino– y un miembro de la comisión administrativa de esa institución –Samuel Bertón–. Después fueron torturados en el Puesto Caminero cercano al pueblo. Otro profesor, Guillermo Quartucci, se fugó cuando lo estaban por “interrogar” y días después el cura Valentín Bosch se tuvo que exiliar. Varios de los detenidos pasaron meses encarcelados por “subversivos”.

Comienza el espionaje

El operativo comenzó a tomar forma meses antes, todavía bajo el gobierno constitucional, con la puesta en marcha de la Subzona 14. Jacinto Arauz y el colegio tuvieron toda una tarea previa de espionaje llevada adelante por la policía y el Ejercito, que tenía como una de sus principales figuras al mayor Luis Ernesto Baraldini, para cortar “un foco de enseñanza marxista y penetración ideológica de la subversión”, como indicarían en los papeles oficiales.

Los militares, y algunos vecinos de Arauz, comenzaron a ver con malos ojos al director y a profesores que procedían de afuera de la provincia, en particular de Bahía Blanca. De esta manera, entre el 12 y el 15 de enero de 1976 varios policías por orden del coronel Fabio Iriart recorrieron la zona y el sudoeste de Buenos Aires y elaboraron el primer informe.

Allí se hablaba que el sacerdote Valentín Bosch había albergado a “su amiga”, la docente Ana Gispert Sauch, que había escapado de Santa Rosa en noviembre cuando el Ejército detenía a profesores y médicos. O que habían visto pasar a fines de diciembre del ’75, por la ruta nacional 35 para luego volver a Buenos Aires, varios automóviles supuestamente utilizados por la guerrilla.

Todos esos documentos, llenos de supuestos, rumores e invenciones que se tomaban como válidas, constan en la causa 482/76 del Juzgado Federal santarroseño, abierta por “supuesta infracción a la ley 20.840” –contra la subversión–.

Jóvenes sospechosos

También un suboficial de la Bonaerense de la localidad de Avestruz señaló a varios jóvenes de la zona como sospechosos de “ser izquierdistas”. Eran dos alumnos universitarios de Guatraché que estudiaban en Bahía Blanca y La Plata, y otro de Colonia Santa Teresa que cursaba en Rosario y que lucía “barbudo, pero al irse se rasuró la barba”, según su análisis.

Sobre Arauz se hablaba de la “quinta de Nesfrías donde vivía un ex combatiente montonero” que había estado preso hasta 1973. El señalado trabajaba para los hermanos Bertón. Decía el informe: “Allí se realizarían reuniones con personas en su mayoría jóvenes que llegan al lugar en distintos vehículos entre los que se destacan el de (Carlos) Samprón quien está a cargo del ciclo secundario como también un joven del medio el cual es propietario de una wiskería (local nocturno denominado Karamba)”. También calificaba “como izquierdista” a otro profesor, Angel Alvarez.

Sobre Samprón, uno de los informantes afirmó que “facilita e impone la ejecución de un plan de estudio de ideología marxista” y lo calificó como “el cabecilla”. Y agregaban: “Conforme a versiones que no se lograron confirmar, en los planes de estudio para los años próximos se incorporarían temas marxistas”.

¿Quiénes informaban todo esto? Además de los policías de la zona, los archivos secretos mencionan a un farmacéutico vinculado al MID y a un conocido comerciante de General San Martín que militaba en el Mofepa.

También la Marina espiaba

Producido el golpe militar del 24 de marzo del 76, la Subzona 14 recibió otro informe del Servicio de Inteligencia Naval (SIN), catalogado como “Secreto” y fechado en Buenos Aires el 24 de mayo. Allí se informaba sobre el colegio secundario de Jacinto Arauz.

Ese informe indicaba que en el secundario de Arauz durante el año ’75 la profesora de la materia ERSA (Estudio de la Realidad Social Argentina), Estela Maris Barraza, había hecho hacer a los alumnos una monografía sobre el guerrillero Manuel Negrín –nacido allí y muerto en Tucumán en octubre del ’75–; y que esa tarea había provocado descontento entre los padres.

Recibido el documento naval, la Subzona 14 ordenó enviar otra comisión policial a Arauz, San Martín y la zona rural de Villa Iris, en el límite de Buenos Aires. Entre el 10 y el 12 de junio, los policías hablaron con más “confidentes”. Un veterinario “en conversación informal” ratificó los rumores sobre la docente.

Los policías entrevistaron también a la madre de uno de los alumnos que era directora de la escuela primaria. Esa familia fue catalogada como “hogar cristiano” y la mujer confirmó el asunto de la monografía y añadió “que a pesar de las buenas enseñanzas que ha sido objeto el hijo, este no pareciere asimilarlas (por lo que) vigila a su hijo constantemente”. Otro padre de un alumno del Ingenieros rescató algunos trabajos prácticos de la materia ERSA que fueron sumados al informe.

El expediente fue abultado con el material entregado sobre las clases en el colegio secundario: trabajos sobre “música progresiva”, centros estudiantiles, sobre la conciencia nacional y la desocupación.

También fue entrevistado un productor agropecuario de apellido Rostán, que había sido uno de los integrantes de la comisión que había creado el Instituto, y que señaló a otros integrantes de la comisión “todos estos identificados como zurdos”.

Esa comisión habría sido la que había contratado a los docentes de la Universidad del Sur y algunos vecinos habían logrado “establecer de que estos habían tenido militancia izquierdista dentro de la universidad”.

“Este informante estima que en un 80% de los alumnos que egresan de ese instituto secundario salen con ideología marxista. Aparentemente el grupo sindicado busca expandirse y lo engrosarían los alumnos que egresan del instituto”, completaba. Otra vez era mencionado el rector Samprón, quien según el informe “había sido expulsado por marxista” como director de una escuela en Bahía Blanca.

Cuando comenzaron en Arauz los arrestos en julio del ’76, los blancos fueron los marcados en los informes de inteligencia por los rumores y prejuicios.

El que faltaba: el informe de Educación.

Poco después del golpe, con los informes de inteligencia de las comisiones policiales en mano, la Subzona 14 ordenó una inspección al Instituto a través de la Superintendencia Nacional de Enseñanza Privada (SNEP).

La SNEP inició un sumario en el colegio y el supervisor, Jacinto Salvador Cossy Isasi, fue enviado al establecimiento en el que realizó un examen de las planificaciones de las distintas asignaturas y metodología de trabajo del ‘73 al ’76.

También hacía consideraciones sobre la metodología de enseñanza y la disciplina interna. Mencionaba que los profesores concurrían a clase “sin afeitarse”: “pude constatar la concurrencia de profesores que se presentan a la labor de aula con indumentaria inadecuada a su jerarquía, sin afeitarse, con la camisa desprendida y sin corbata”.

Comentaba que el “tuteo” entre profesores y alumnos había llevado “al relajamiento de la disciplina interna a la vez que con esta práctica de izquierda se han quebrado los niveles de la jerarquía (…) La observación directa ha permitido observar que en grado sensible el alumnado ‘hace lo que quiere’”, decía el inspector.

Días después, el 14 de julio, ingresaron los vehículos con militares y policías a Arauz para comenzar la cacería.

Quiénes fueron los docentes detenidos

Samprón era ingeniero agrónomo, director del Instituto José Ingenieros desde marzo del ’75 y en julio del ’76 había nacido su segundo hijo. Había llegado desde Bahía Blanca luego de ser director de la Escuela de Agricultura y Ganadería. En 1971, mientras estudiaba en la Universidad del Sur conoció a Angel Alvarez , con quien cursó varias materias. Samprón fue presidente del Centro de Estudiantes de Agronomía en el ‘72 y parte del ’73, integrando una corriente independiente denominada Lista Verde, y Alvarez fue secretario de la entidad. Cuando Samprón se hizo cargo del Instituto también se incorporó Alvarez. Ambos comenzaron además a brindar asesoramiento como ingenieros agrónomos a un grupo de productores rurales, que eran socios de Nuestra Casa Sociedad Cooperativa Limitada.

En esa cooperativa también trabajaba Víctor Pozo Grados, un veterinario de 33 años nacido en Pisco, Perú, que estudió en La Plata y se radicó en la localidad en 1971. Además, como muchos profesionales del medio, era profesor del Ingenieros. Compartía con los otros dos docentes una oficina en la cooperativa agropecuaria y usaba su automóvil para que los tres recorrieran la zona rural.

En el Ingenieros también eran docentes el pastor valdense Gerardo Nansen –de Instrucción Cívica e Historia–, el profesor en Letras Guillermo Quartucci, que viajaba desde Bahía Blanca, y el médico Gustavo Brower de Koning –en Química y Anatomía–. La docente señalada en los informes, Estela Maris Barraza, titular de ERSA, para 1976, ya no daba clases allí.

(El autor escribió el libro “El Informe 14” junto a Juan Carlos Pumilla)