Con la mitad de su capacidad habilitada para recibir clientes, las confiterías, bares y restoranes de Santa Rosa se preparan para reabrir sus puertas el próximo viernes. No obstante -aún cuando no en todos los locales se advierte la misma premura para dejarlos en condiciones-, hay propietarios que sí apretaron el acelerador para llegar al momento sin urgencias.

Ayer, en la céntrica confitería La Recova, un grupo de empleados se esmeraba en la limpieza y en ir acomodando el local para el viernes, cuando podrán atender público entre las 10 de la mañana y las 12 de la noche.

Natalia Corredera -hija de los propietarios de la confitería, Antonio Corredera y Elba García- era la que estaba al frente de las tareas preliminares. «La verdad es que estamos con las mismas expectativas que si estuviéramos por inaugurar», expresó a este diario.

Cabe recordar que por otras razones La Recova permaneció cerrada -litigio judicial mediante- por más de dos años; pero esta vez las circunstancias son diferentes. La pandemia obligó a cerrar las puertas, y ahora la flexibilización permitirá que se habilite junto a restoranes y otros bares de la ciudad.

La joven explicó que algún personal estuvo trabajando en las últimas semanas «porque nos manejamos con el delivery; pero obviamente los números se complicaron, porque tuvimos una facturación en estos meses que fue del 10% con respecto a la normal.

Fue muy duro, y hubo que apelar a los ahorros que se pudieron hacer en el verano; y lo cierto es que no sabemos qué pasará con otros comerciantes del rubro».

Consultada sobre sí conocía la realidad de otros bares más pequeños, manifestó que tienen un grupo en «Zoom» y «lo que sabemos es que no seguirían algunos que ya tenían previsto no hacerlo. En mi caso yo tenía la concesión del restorante del Hotel La Delfina junto con un socio, pero cuando apareció esto de la pandemia decidimos cerrarlo», aunque aún les quedaba un año de contrato.

El personal.
En cuanto al personal de La Recova indicó que comenzará «con unos 10 empleados, más gente de la familia llegaremos a 13. En el verano estaban trabajando 18 personas». Aunque en este caso puntualizó que en los veranos se hacen «contratos temporales» por tres meses, «con la promesa de volver al verano siguiente. Habrá cómo se desarrollan los acontecimientos».

Por otra parte la joven Corredera dijo que los trabajadores gastronómicos convinieron en cobrar el 75 % de los sueldos en esta etapa de cuarentena. «En nuestro caso el 50 % fue aportado por el Estado a través del Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), y el 25 % lo abonamos nosotros».

«Tenemos una expectativa muy grande, como si estuviéramos a punto de inaugurar -agregó-, y estamos adecuando todo para cumplir con un protocolo que es a rajatabla. Nosotros si bien tenemos un salón grande lo debemos achicar al 50% de la capacidad, porque distribuimos las mesas a dos metros unas de otras; y tiene que haber un metro entre los comensales que no pueden ser más de cuatro por grupo», precisó.

Y siguió: «Por supuesto hay que adoptar todos los recaudos, tener a disposición alcohol en gel; un dispenser; y un plano a la vista de cómo será la disposición dentro del local».

«¿Expectativas? Un montón, y lo que esperamos es que la gente se anime a juntarse y venga. Por suerte la nuestra ha sido una provincia cuidada y con un tiempo prolongado».

Las confiterías y bares podrán abrir viernes, sábados y domingos de 10 de la mañana a las 24 del mismo día; y los demás días de la semana de 10 de la mañana a 18 horas.