Una docente de Santa Rosa, Victoria Torres, publicó un mensaje en las redes sociales, en la que cuenta sus temores ante la posibilidad de ser positiva de coronavirus y resalta el enorme trabajo del personal de Salud.

Este es el mensaje de Victoria:

Hace más de dos semanas me hicieron el hisopado. Mis síntomas eran muy fuertes: tos imparable, dolor de garganta y de pecho cada vez que tosía. No podía respirar profundo porque me ahogaba. Tenía fiebre y malestar.

Ante estos síntomas, llamé al 0800 de mi provincia. Me tomaron los datos y al día siguiente acudí al consultorio de guardia respiratoria que tengo más cerca. Aclaro que justo asistí cuando en La Pampa los casos iban subiendo de número cada 6 horas. Nunca, nunca, vi a una médica de tal manera

La doctora me escucha y me ve. Imagínense que fui para que me medicaran: creía tener una bronquitis, capaz y con suerte una fuerte gripe. Obviamente me pregunta si tenía relación con algún positivo o sospecha. Dije que no. Soy docente y trabajo desde casa y tomo la cuarentena como se manda.

“Vamos a hacer los estudios de rutina ante caso sospechoso”, me dice. Desde ahí creo que mi corazón latía de otra forma. Todos en algún momento vamos a tenerlo, pero la incertidumbre ya me dio miedo. Placa de tórax, análisis de sangre o serológico.

Algo notaron. En la placa, en mi sangre, en mi tos y en mi agitación. Se determinó que debían hacerme el hisopado. ¿Duele? Sí, un poco, más si sentís miedo.

Antes de hacerlo, la doctora tuvo que realizar todo el protocolo. Esto llevó más minutos que lo que se tarda en hisopar y guardar el hisopo. Traje «blanco» y pares de guantes extras. Todo con muchísimo cuidado, a distancia y un enfermero tirando alcohol a los elementos…

Yo sola, en un consultorio. Y como película de terror, ellos todos tapados y yo ahí como sospecha de tener un virus extraño.

Cuando la doctora se quita el uniforme extra, puedo notar sus mejillas y nariz lastimadas… Sí, aquella imagen en las redes parece nada a lo que yo observé.

Así me fui a mi casa. Con miedo y aislada de todos los de afuera por si el resultado era positivo.

Me fui pensando en ellos, los médicos el personal de salud. Pensando qué injusto muchas veces se es con ellos.

Yo tenía miedo y ella también. Los casos aumentaban y yo estaba ahí, tosiendo y ella debía cumplir.

Unos días después me dieron el «negativo» para Covid. Sí, mi alma volvió al cuerpo. Tenía un principio de neumonía. Me cuidé mucho porque sentí que me cuidaron, agradecí al universo tener a los profesionales que tenemos en la salud pública.

Agradecí porque el miedo nos atrapa una vez que somos sospechosos y qué es lo que va a pasar con tus hijos. Qué manera de darme rosca esos días.

Seamos conscientes. Hay que valorar el trabajo de salud. Son humanos, sienten y se asustan… Bien sabemos que ahora dentro de los casos están ellos. Imagínate por un segundo: frenan esa situación angustiante para cuidar al otro. Eso es patria. ¡Valoremos!