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Cuando el 10 de diciembre asuma el próximo gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, deberá afrontar más de un desafío. Poner en marcha una gestión con sello propio por un lado, con la modernización del Estado y afrontar la caída de la actividad económica como líneas centrales, y la administración de la provincia en medio de la crisis económica nacional.

La economía que acecha

El peronismo pampeano resolvió en 2019 uno de sus más importantes dilemas para su continuidad en el poder: la sucesión del gobernador Carlos Verna. El paso a la etapa pos Generación del 83, que llegó sin anestesia, y que fue sin dramas ni heridas. Lo que algunos pensaban sería “una carnicería” interna, se resolvió con la conducción de Verna y el consenso del resto del peronismo.

Ziliotto, el gobernador que deberá afrontar el nuevo ciclo del PJ en La Pampa, contará con el respaldo de Verna, con tiempo para armar su gabinete y equipo de trabajo y con un escenario político con todas a favor dentro de la provincia: una Legislatura con mayoría propia y las dos principales ciudades gobernadas por intendentes del justicialismo.

Sin embargo, tendrá varios desafíos que enfrentar de entrada. El principal es el económico, por sus consecuencias sobre las cuentas de la provincia y sobre amplios sectores de la sociedad. La situación de La Pampa seguirá dependiendo de la relación con el próximo presidente. Hay una certeza: “Será complicadísimo gobernar cuatro años más con Macri si llega a ser reelecto. El ahogo financiero ya no se soporta y de continuar esto podríamos entrar en una situación muy delicada”, indica un vocero de Hacienda al autor. Si no es Macri el próximo mandatario, igualmente las consecuencias de sus políticas en materia económica seguirán repercutiendo durante los próximos años.

En la provincia es notable la falta de actividad económica producto de la recesión actual. Las cuentas están ordenadas, pero la Provincia debió asumir gastos como los programas que Nación cortó, por ejemplo en medicamentos, o el caso de obras como rutas o los jardines. Los permanentes aumentos a los empleados estatales con la aplicación de las “clausulas gatillo” es otra presión permanente sobre las cuentas. La Coparticipación aumenta, pero no en términos reales. La pelea la gana la inflación que devalúa lo que ingresa a la provincia.

No hay grandes obras en marcha, pero la buena noticia es que La Pampa no está endeudada en dólares como otras jurisdicciones. El desafío es dinamizar la economía provincial con obras propias y sostener el empleo privado.

Buscando la legitimidad propia

En lo político también tendrá algunos retos. El principal será la conformación del nuevo gabinete. Todavía es temprano para saber su conformación, aunque haya un par de nombres puestos, más allá de la ola de pronósticos generados por las ansias de la dirigencia o del periodismo lanzado a buscar la primicia.

Ziliotto tendrá el acompañamiento político de Verna, que seguirá jugando un papel importante en el PJ. Pero también tendrá que ir desarrollando su propio estilo de gobierno. Hacia dentro del peronismo, más allá de la legitimidad electoral que logró con un contundente 53% de los votos, ahora debe construir legitimidad política. Moldeando un liderazgo propio.

No será fácil suceder a Carlos Verna y su centralidad en el escenario político provincial. El ciclo que se abre cierra el de los grandes liderazgos.

Modernizar y generar actividad económica

En estos momentos Ziliotto trabaja en lo que llama “la modernización del Estado provincial” a través de la conectividad. Es la búsqueda del Estado peronista versión siglo XXI. Cómo optimizar y hacer más eficiente la administración pública. Parece una idea abstracta, pero la idea central es cómo acercar ese Estado a la gente. Fue uno de los leit motiv de la campaña electoral y por estos días se reúne con su equipo para ir definiendo pasos concretos. Ya hay lineamientos tomados por la gestión vernista como la concreción de la empresa Empatel, ahora su futura gestión buscará profundizar esa política. El uso de la red de fibra óptica y el 4G debería potenciar los servicios de un Estado presente en La Pampa, desde cuestiones mínimas como el hacer un trámite online a temas más complejos y delicados como en el área salud con la telemedicina, en la productividad con formación en nuevas tecnologías o en educación con estudios con la modalidad a distancia.

Otro de los desafíos es el de potenciar ese Estado presente interviniendo en la economía y fomentando el emprendedurismo, la industria y la producción como herramientas para la generación de trabajo privado. Fue también parte de su campaña electoral. Ahora Ziliotto pretende para poner en marcha su proyecto la implementación de distintos fondos de financiación, pero fundamentalmente con los fideicomisos que anunció Verna en su discurso en la Cámara de Diputados. Frente a una economía en crisis y sus consecuencias en la provincia, se considera urgente la generación de trabajo para impactar en la actividad económica de La Pampa.

Ziliotto asumirá como gobernador con suficiente respaldo político y un rumbo ya fijado. Quedará condicionado en su gestión por una economía que mina directamente la caja provincial. Se abre un nuevo ciclo para La Pampa y el próximo mandatario representa la renovación en la política provincial y en el PJ. Los ojos de las y los pampeanos estarán atentos a sus primeros pasos.