El consumo de carne vacuna registra la peor caída en 30 años. Pese a esta situación, el titular de CICCRA, Miguel Schiariti, mencionó que, a diferencia de otras crisis, hubo un incremento de productos sustitutos como pollo y cerdo.

El titular de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), Miguel Schiariti, advirtió hoy que el consumo local de carne vacuna alcanzó su nivel más bajo en los últimos 30 años.

El titular de CICCRA explicó que esta caída se debe a la pérdida del poder adquisitivo, que afectó no solo la compra de carne sino también de otros alimentos básicos. Según los economistas, los ingresos de los últimos seis o siete meses han disminuido en un 13%.

Schiariti destacó que, a diferencia de crisis anteriores, los consumidores han recurrido a productos sustitutos más baratos, como el pollo y el cerdo. “El consumo de carne cayó, pero también el consumo de alimentos en general. La pérdida del poder adquisitivo afecta a todos los productos de la canasta básica,” explicó Schiariti.

Además, el titular de CICCRA señaló que el cambio en el consumo de carne vacuna hacia otras proteínas animales es una tendencia notable en esta crisis. “En comparación con la crisis de 2001, donde la carne vacuna era reemplazada por hidratos como fideos y lentejas, ahora se opta por proteínas más económicas. Con el precio actual de un kilo de carne vacuna, que ronda los siete mil quinientos pesos, se pueden comprar tres kilos de pollo o dos kilos de pulpa de cerdo,” detalló.

A pesar de esta tendencia, Schiariti subrayó que la industria frigorífica vacuna mostró signos de mejora en mayo en comparación con el mes anterior. Sin embargo, la actividad aún está por debajo del nivel registrado el año pasado. Esto se debe a factores climáticos que llevaron a una liquidación de vientres y a la venta anticipada de hacienda, impactando en la disponibilidad de animales para faenar este año.

La crisis económica actual llevó a una significativa reducción en el consumo de carne vacuna en Argentina, con una notable inclinación hacia alternativas más económicas como el pollo y el cerdo.