Elsa Mirta Gualpa relató el derrotero de su hijo Horacio Rosane (48) a quien una herida mal curada se le transformó en una enfermedad crónica. Hace pocos lo tuvieron un mes y medio con antibiótico y un estudio le indicó que ese remedio no funcionó. Pide la derivación.

La mujer cuenta que hace casi 10 años su hijo tuvo un accidente en moto. Y quedó en silla de ruedas. “El tiene una pensión, y recibe ayuda desde el área de discapacidad de Toay, le dan una caja de verduras y alimentos”, explica.

Pero el reclamo es por la atención que recibió en el Hospital Molas. “En el año 2018 tuvo una escara. Nunca más se le curó. El 17 de noviembre de 2020 tenía turno para hacerse una biopsia y se la suspendieron porque no había quirófano”, afirmó.

En mayo de 2021, finalmente, lo internan y le hacen el estudio. “El resultado dice que tenía osteomielitis. Estuvo interrnado desde el 23 de mayo hasta el 9 de julio. Lo dieron de alta, pero lo tuvieron que volver a internar el 1 de septiembre”, recuerda Elsa, internaciones obligadas por la falta de curación de esa herida.

“Lo dan de alta el 15 de octubre. Y después le hacen un centellograma. Allí sale que los antibióticos que tomó durante un mes y medio fallaron! Cómo puede ser!”, dice la mujer sin poder ocultar su indignación. “Si hacen un cultivo y saben lo que tiene, como le dan un antibiótico que falló”, agergó.

Cuando se enteró de esto, fue al ministerio de Salud. Un secretario del subsecretario de Salud, Gustavo Vera la atendió. “Aun no saben que van a hacer. Les pido que lo deriven a otro lado y que le pongan un buen infectólogo. Porque no puede ser que desde el 2018 no le puedan curar una herida!”, dijo la mujer.

Gualpa remarca que su hijo Horacio, aunque está en silla de ruedas pinta y hacer trabajos de carpintería. “El tiene fuerza, anda alegre. Y como vive frente al Hospital, tiene esa suerte, se cruza. Pero ya no puede ser lo que pasa. Quiero que lo deriven”, reitera Elsa Gualpa.