Por Norberto G. Asquini

Largaron las campañas para las elecciones del 14N en La Pampa. Un mes largo en el que el peronismo intentará descontar el resultado de las PASO y la oposición mantener la diferencia a favor. Con estrategias muy distintas, las dos coaliciones electorales están segmentando los mensajes para ver cuál se impone, mientras juegan el cara a cara en el territorio. Una verdadera batalla de los dos discursos.

Cada quien atiende su juego, parece ser la táctica de las campañas actuales. En Juntos por el Cambio, los roles parecen que serán bien definidos y cada partido dirige su mensaje donde es más fuerte. El PRO es el que hace punta con un discurso nacionalizado y el apoyo de las consultoras porteñas. Por ahora, una campaña calcada a las de otros distritos. Martín Maquieyra, candidato a diputado, apela al “somos más” y apunta directamente contra el gobierno nacional. Y también, como ocurre en otras jurisdicciones, hace punta en su perfil confrontativo con el kirchnerismo, pegándole a Cristina Fernández. Busca el voto más duro contra todo lo K. Mientras, el candidato a senador Daniel Kroneberger asume un papel más moderado a lo Manes, la esperanza radical para 2023, si bien en todos lados el PRO avanzó varios casilleros y tiene los mejores perfiles presidenciales (solo hay que mirar más allá de CABA en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos).

En el Frente de Todos se redefinió la campaña para afrontar las consecuencias de la “ola amarilla” de las PASO y descontar diferencias. El voto castigo fue contra el gobierno nacional y se tiene que revertir esa situación. Hay un mensaje provincializado de defensa de La Pampa frente a una oposición que durante cuatro años golpeó a la provincia mientras estuvo en la Casa Rosada y un énfasis en la gestión gubernamental. Propuestas concretas para el Congreso y una frenética sucesión de anuncios en obras y programas para la gente. La estrategia es también segmentar, dividiendo zonas según el perfil del candidato. Cabe preguntarse si la presencia de la postulante al Senado María Luz Alonso en las zonas donde hubo un marcado voto antikirchnerista, como el norte de la provincia, le suma a la campaña. Mientras, se posiciona el perfil ejecutivo del candidato a senador, Daniel Pablo Bensusán, más moderado y con el apoyo de las y los intendentes.

La campaña se juega en todos lados. Coincidencia en los tiempos o no, mientras el oficialismo va por la positiva con los anuncios de obras y programas, desde Juntos por el Cambio tratan de marcarle la cancha y deslizar alguna mancha hacia las gestiones peronistas. Las trabas a la Fiesta Nacional del Teatro o las críticas a un contrato de Pampetrol van sospechosamente en ese sentido.

En el territorio, el Frente de Todos busca descontar la diferencia de las PASO recuperando votos que se filtraron (por ausentismo, blanco y nulo o volcado a la interna opositora). La campaña es casa por casa. En los cálculos está dar vuelta Santa Rosa (se puede ver a kirchneristas, pero también a marinistas, plurales o de Identidad Peronista visitando barrios y casas) y acercar la brecha de votos en el norte y en el sur. Para Juntos para el Cambio el desafío es sostener el voto de las primarias y seguir sumando. Para eso machaca, con la palanca de los medios concentrados, que la elección en La Pampa servirá para sacarle el quórum a CFK en el Senado, dejando además afuera a su candidata.

Para el peronismo pampeano hay una buena y una mala por ahora. Vamos con la mala. Desde Córdoba para el mundo, el consultor Gustavo Córdoba analiza por un lado que el 14N “puede profundizarse el voto castigo al gobierno nacional en la mayoría de las provincias”. Una encuesta de CB Consultora marcó que en Córdoba sigue estirando diferencias la oposición.

Pero viene la buena. Córdoba también afirma que “la evidencia demuestra que no hay ninguna relación directa entre las elecciones intermedias legislativas con las presidenciales” y que al gobierno nacional le quedan dos años para corregir y modificar rumbos y políticas a pesar de una derrota legislativa.

Las elecciones del 14N no le cambiarán la vida a nadie. Es un mensaje del votante y a la dirigencia le quedará como guía un mapa electoral para empezar a pensar cómo afrontar el 2023 cuando se jueguen los cargos