El hecho ocurrió en una vivienda ubicada sobre la calle Quinquela Martín 2650, de esta ciudad. Algunos de los intoxicados fueron trasladados al Hospital Lucio Molas. “Creo en los milagros de Dios… para mí fue un milagro”, dijo Silvia, la dueña de casa.

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Una masiva intoxicación con monóxido de carbono puso en alerta a las autoridades policiales y sanitarias de la capital pampeana. Una bebé y otras dos nenas menores sufrieron desmayos y tuvieron que ser asistidos en el Hospital Molas.

De acuerdo a lo que pudo saber El Diario, todo ocurrió en una vivienda ubicada sobre la calle Quinquela Martín al 2650 en el barrio de Villa Germinal de esta ciudad.

La policía tomó conocimiento de la situación apenas pasadas las 8:00 horas e inmediatamente se inició un operativo de asistencia.

Una bebé fue llevada por su madre en un taxi al Hospital “Dr. Lucio Molas” y otras dos nenas menores de edad fueron trasladadas al Hospital “Dr. Lucio Molas” en ambulancias luego de sufrir desmayos.

Poco después se corroboró que todo habría sido consecuencia de “un calefactor que quemaba mal”.

“Afortunadamente, todos están fuera de peligro… estaban un poco descompuestos, y con dolor de cabeza. Lo están atendiendo y no hay nada raro por ahora”, confirmó una fuente policial consultada por este diario.

“Uno ya está de alta… dos están con 98 por ciento de saturación esperando la carnoxihemoglibina para irse de alta”, agregaron desde el Hospital Molas.

“Un milagro de Dios”

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Silvia Noemi Sosa, 52 años, la dueña de casa, contó en diálogo con El Diario el momento de desesperación que vivieron. “Creo en los milagros de Dios… para mí fue un milagro”, sostuvo.

En la casa viven Silvia, junto a su esposo Jacobo Varas (58), y sus hijos Juan Gabriel, Rocío y Micaela. También sus nietos Olivia de 1 año, Benicio de 6, Teho de 7, Victoria de 9, Ana de 11, Luna de 11, Meteo de 13 y Fernando de 18 años. La familia es oriunda de Caleta Oliva. Silvia y Jaboco son pastores evangélicos.

El calefactor, según contó la mujer, había sido revisado hace dos semanas por un gasista de Toay al que identificó como José, quién -según dijo- les había recomendado “tapar la salida”.

Anoche decidieron prenderlo por el frío. Incluso llegaron a percibir que la llama que emitía el artefacto era de color amarillo.

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En cuanto el grave episodio que les tocó sufrir, contó: “A las seis de la mañana mi hija Rocío me despierta y me dice que la bebé, Olivia, de un año, está muy amarilla y los ojitos se le van para atrás… pensamos que era un broncoespamo entonces llamamos un remis y salieron urgentes para el hospital”, dijo.

Un rato más tarde, la abuela decide despertar a otros cuatro nietos para ir a la escuela. “Cuando los despierto a todos se levantan y una de las nenas se mete al baño… siempre tiene la costumbre de poner la traba, pero esta vez no la puso. Entonces otro de los nenes le pide que se apure… yo entro al baño y le pregunto si está dormida todavía, y me dice ‘no abuela’. Cuando la miro ella está amarilla, sin color en los labios y se me desmaya. Ahí me doy cuenta de que los nenes están intoxicados con monóxido de carbono y le pego el grito a mi esposo y le digo que abra todo y saque a los nenes afuera”.

“Mi nieto que tiene 18 años me saca a la nena de los brazos y la lleva para afuera… en eso estaban mis otras nietitas, que se quedan acá para ir a la escuela, también se desmaya  una de ellas”, añadió.

Para ese momento, luego de los pedidos de auxilio que hizo la familia, empezaron a llegar los patrulleros y ambulancias al lugar. “La agradezco a la policía, a las ambulancias y al hospital por el accionar que tuvieron… les dieron oxígeno acá a las nenas desmayadas y después nos atendieron a todos”, destacó Silvia.

“La doctora de la ambulancia nos decía que tuvimos un milagro muy grande… me decía que si los nenes no hubieran tenido que ir a la escuela y nos hubiésemos quedado dormidos más tiempo, no sé que habría pasado. Hay un Dios que hace milagros”, insistió.

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Finalmente, la mujer adelantó que no descartan hacer una presentación judicial para que se investigue al gasista que les sugirió que taparan la salida de un calefactor no catalítico.

Recomendaciones 

Existen una serie de recomendaciones para evitar este tipo de episodios y son las siguientes:

1- En lugares cerrados, mantené siempre una ventana abierta.

2- Revisá una vez por año los artefactos de combustión de tu casa con un gasista matriculado. Hacelo preferentemente durante el invierno, cuando más se utilizan estos artefactos.

3- Chequeá que la llama de gas sea azul. Si es amarilla o anaranjada, puede haber presencia de monóxido de carbono.

4- Limpiá las hornallas para que los alimentos no obstruyan los quemadores y generen una mala combustión.

5- Si tenés red de gas natural, en las habitaciones las estufas deben ser de tiro balanceado.

6- Si usás gas envasado, como garrafa o cilindro, la ventilación de la habitación debe estar a la altura de los pies.

7- No instales calefones o estufas en baños o espacios cerrados.

8- Si tenés un detector de monóxido de carbono instalado, chequeá que siempre esté activo.