(Macachín) – La intensa “Semana Nacional Vasca” que organizó la Asociación Unión Baska Euzko Alkartasuna de Macachín concluyó el lunes. Sin dudas esas ansias de participar en esta fiesta anual de esta colectividad en Argentina, retenidas por dos años a causa de la pandemia de Covid, potenciaron esta edición. Desde el 1 al 10 de octubre, numerosas delegaciones de centros vascos de Argentina, y visitas internacionales como importantes representaciones del País Vasco, convirtieron a Macachín “capital vasca” por una semana.

Los numerosos eventos artísticos, deportivos, culturales, gastronómicos y de entretenimiento estuvieron colmados. Además, se agregó el encuentro nacional de la Federación de Entidades Vasco Argentinas (FEVA). Esta vez la convocatoria es internacional. Además de representaciones de los 55 centros vascos del país, confirmaron su presencia personas de Uruguay, Chile, Brasil, Perú, Colombia, México y Estados Unidos. También una nutrida delegación del País Vasco, autoridades del Gobierno Vasco, y una representación artística del País Vasco Norte (Francia).

Sábado intenso.

A las 10, los delegados de la FEVA hicieron la asamblea nacional prevista. Por la tarde hubo torneos de paleta y mus. También una charla sobre “costumbres vascas de invierno”, y un encuentro de coros en la parroquia Nuestra Señora del Rosario.

A las 18.30, hubo en las calles una nueva expresión costumbrista. Frente a la sede, a pesar del viento y frío, se desarrolló en una multitudinaria “damborrada” (tamborileada) que concluyó en una kalejira joaldunak (desfile mediante caminata) por la ciudad.

Una hora más tarde, esta marea vasca de colores, música y bailes confluyó en el Club Macachín, donde disfrutaron de una velada donde siguieron las expresiones culturales y de entretenimientos de la comunidad vasca. Luego de la cena en el Centro Vasco, el gimnasio de la institución albergó una concurrida romería a la usanza ibérica que se extendió hasta la madrugada, con un show del arrecifeño Grupo Maral que hace música vasco argentino.

Jornada de despedida.

El domingo tuvo varios platos fuertes de la festividad. A las 9, el obispo Raúl Martín encabezó una misa en la iglesia parroquial. Una hora más tarde el centro de atención giró hasta el predio hípico del Centro Vasco, donde los presentes, disfrutaron de demostraciones de destreza criolla. Y, al mediodía, en el gimnasio del Club sirvieron el almuerzo, un momento de confraternidad inigualable para la comunidad festejante.

Por la tarde, a las 16, participantes y vecinas y vecinos comenzaron abarrotar el tramo de la calle Parodi frente al Centro Vasco para presenciar las “herri kirdak”, deportes vascos basados en labores rurales. Por ejemplo el tradicional “soka tira”, simplemente dos equipos de personas jalando de una cuerda. O la “txingas eramatea”, una carrera de traslado en un circuito de pesas. Todas mediante sonoras y alegres arengas a los deportistas en la pista.

Poco después hubo una visita turística a la mítica Salinas Grandes. Y a las 19, nuevamente frente a la entidad organizadora, fue el escenario de un espectáculo fantástico, porque los y las dantazaris desplegaron su arte poniendo en escena varios centenares de integrantes del medio centenar de delegaciones.

Como cierre, el dirigente de la Asociación Euzko Alkartasuna, Tomás Vicente, le aseguró a EuskalKultura, medio oficial del País Vasco, que está el compromiso “por seguir proporcionando a nuestro rico pasado como colectividad un futuro si cabe más brillante, gracias al esfuerzo de todos y todas, arrimando cada cual el hombro, en base al sentimiento y compromiso que nos unen y que nos han hecho llegar hasta aquí”.