Con una gran actuación de Lionel Messi, un gigante Emiliano “Dibu” Martínez y el pampeano Alexis Mac Allister en un altísimo nivel, la Selección argentina se consagró ayer campeona del mundo en Qatar 2022 y levantó la copa luego de 36 años, tras vencer a Francia por 4 a 2 en definición por penales después de igualar 3 a 3 en una final extraordinaria.

Ante casi 90.000 personas en el estadio Lusail, Messi, de penal los 23 minutos del primera etapa, y Angel Di María a los 36, adelantaron al conjunto albiceleste, mientras que Kylian Mbappé con un doblete, a los 34 de penal y a los 36, ambos en el complemento, igualaron para el elenco europeo.

En el tiempo suplementario, Messi, a los 4 minutos del segundo tiempo, volvió a adelantar al conjunto nacional, pero otra vez Mbappé desde los doce pasos lo igualó a los 13 del mismo período para Francia.

En la definición por penales, Emiliano “Dibu” Martínez agigantó su imagen: le contuvo el penal Kingsley Coman y forzó el error de Aurélien Tchouaméni para que remate desviado. Messi, Paulo Dybala, Leandro Paredes y Gonzalo Montiel convirtieron sus remates para Argentina, mientras que Mbappé y Randal Kolo Muani hicieron lo propio para Francia.

De esa manera, la Selección nacional logró el tercer título Mundial de su historia, tras las conquistas de 1978 y 1986, mientras que tiene tres subcampeonatos en las ediciones de 1930, 1990 y 2014.

Dominio con baile.

Argentina tuvo un comienzo auspicioso con Di María en el ataque -por la izquierda- y un activo Messi, quienes buscaron asociaciones constantes con un mediocampo activo que tuvo al santarroseño Mac Allister como estandarte, pasando y probando de media distancia, y a un Rodrigo De Paul muy participativo.

Por su parte, Francia exhibió el juego que acostumbra, en el cual cedió la pelota al rival, pero a comparación con encuentros previos se tornó un equipo compacto que en algunos pasajes fue superado y amenazado por los avances argentinos.

Di María dio claras muestras de poder tener la llave para abrir los caminos en el ataque, y la Scaloneta depositó sus aspiraciones en el ex Rosario Central que recibió cerca del tiro de esquina, gambeteó a Ousmane Dembélé y este -en la desesperación- derribó al argentino dentro del área, para que el árbitro polaco Szymon Marciniak sancione la pena máxima.

Desde los 12 pasos, el encargado de cambiar la falta por gol fue Messi, quien le ganó el duelo mental al arquero y definió con un suave remate cruzado que dejó sin chances a Hugo Lloris para firmar el 1 a 0.

El tanto destrabó el partido por completo. La Scaloneta se encontró con espacios y desató una serie de ataques punzantes, que derivaron en el segundo tanto de la mano de Di María, quien le puso el moño a un contragolpe letal que contó con la fabulosa asistencia de Mac Allister.

El cimbronazo fue tal para Francia que el entrenador Didier Deschamps realizó dos modificaciones antes que finalice una primera etapa eterna -contó con siete minutos de adición-, para intentar doblegar a una Argentina que tuvo varios puntos altos, en los que resaltaron los autores de los tantos junto a De Paul y Mac Allister.

Cachetazos.

Ya en el complemento, Argentina volvió a tomar la iniciativa y forzó los errores del conjunto francés, que lentamente se adelantó en el campo de juego, aunque no con el peso y la lucidez necesaria para complicar al elenco nacional.

La presión de Francia generó que el equipo de Lionel Scaloni encontrara espacios con Di María, Messi, y Alvarez, quienes fueron abastecidos por un mediocampo que tomó mayor protagonismo y no desentonó de la mano de Mac Allister, De Paul y Enzo Fernández.

El dominio argentino era total, pero dos descuidos en una ráfaga punzante por parte de Francia igualaron el marcador y le agregaron dramatismo al partido llevándolo al tiempo suplementario. Un penal cometido por Otamendi, en una de sus pocas fallas en el Mundial, reavivó el espíritu francés con un Mbappé obstinado en arruinarle la noche de su vida a su compañero del Paris Saint Germain.

Un minuto después del descuento, tras combinar con Thuram, Mbappé sacó un latigazo que se transformó en el suplicio del 2-2 y dejó a su equipo perfilado anímicamente para la victoria, que pudo llegar por el agotamiento del equipo de Scaloni.

La Gloria.

Argentina empezó de cero en el tiempo extra, renovó fuerzas y contó con tres chances de Lautaro, errático en la definición pero partícipe para asistir a Messi en el tercer gol que parecía el definitivo.

Sin embargo, una mano de Gonzalo Montiel puso a Mbappé nuevamente cara a cara con “Dibu” y el delantero no falló para coronar un hat trick que le permitió quedar como máximo anotador del Mundial con 8 tantos.

En los penales, con la hinchada argentina de fondo, el equipo no falló, “Dibu” Martínez se agrandó y sucedió lo esperado por todo el mundo del fútbol: Argentina y Messi, al fin, campeones del mundo.

Los números del campeón.

La Selección argentina sumó 3.804 pases, logró un promedio de posesión del 73,5 por ciento con una precisión del 59% en los siete partidos que lo llevaron a lograr su tercera Copa del Mundo. Los números demostraron la vocación ofensiva de la Selección, que tuvo a Lionel Messi a su goleador con 7 tantos en seis de los siete de los desafíos que tuvo en su camino al título. En los siete partidos el equipo remató al arco rival en 132 ocasiones y generó 48 situaciones de gol en las áreas rivales. Participaron de 23 de los 26 jugadores que integraron el plantel.

Más récords para Messi.

El astro argentino Lionel Messi sumó ayer un nuevo récord en su carrera profesional, ya que en la final entre la Selección argentina y Francia se convirtió en el jugador con más minutos en Copas del Mundo con un total de 2.314 minutos jugados.

Con esta marca acaba de superar al italiano Paolo Maldini, quien cosechó un total 2.217 minutos, tras haber disputado los mundiales de Italia 1990, Estados Unidos 1994, Francia 1998 y Corea-Japón 2022, siendo 23 los partidos disputados con la camiseta de la selección azzurra.

Lionel Messi, en estos cinco Mundiales vistiendo la camiseta albiceleste, lleva un excelente recorrido que lo llevó a ganarse otra estrella en su historial. En el Mundial 2006 disputó 121 minutos, Sudáfrica 2010 con 450 minutos, Brasil 2014 con 720 minutos, Rusia 2018 con 360 minutos y en esta edición, Qatar 2022, 663 minutos que lo ayudaron a romper este nuevo récord.

Además, es el jugador con más presencias mundialistas, con 26 en total, superando ayer al alemán Lothar Matthaus, que ostentaba ese récord con 25.