Alejandro Weber, condenado a 20 años de prisión por intentar asesinar a su exesposa Angelina Baiotti de un escopetazo, solicitará hoy el beneficio de salidas transitorias.
La audiencia se realizará este martes desde las 10:30 horas y genera gran expectativa, especialmente para la víctima.
El pasado 30 de mayo se cumplieron diez años de aquel fatídico ataque. Alejandro Weber, recién separado de Angelina Baiotti, la persiguió en el centro de Santa Rosa y, alrededor de las 20:45 horas, le disparó por la espalda con una escopeta, dejándola malherida en plena vereda.
Baiotti se salvó de milagro: permaneció diez días en terapia intensiva, sufriendo graves daños en un pulmón, el intestino y un riñón. Cabe destacar que, al momento del ataque, Weber ya tenía una restricción de acercamiento por un intento previo de agresión con un cuchillo.
Condena firme
Poco más de un año después del hecho, el 30 de junio de 2016, Weber fue condenado a 20 años de prisión por los jueces Carlos Besi, Gastón Boulenaz y Andrés Olié. Se lo encontró culpable de «tentativa de homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por violencia de género». La fiscala Cecilia Martiní había solicitado una pena de 25 años.
La condena fue ratificada en varias instancias judiciales:
Septiembre de 2016: Confirmada por el Tribunal de Impugnación Penal (TIP).
Marzo de 2017: Confirmada por el Superior Tribunal de Justicia (STJ).
Agosto de 2018: La Corte Suprema de Justicia (CSJ) declaró «inadmisible» el recurso de queja de la defensa, agotando las chances legales de Weber de revertir la condena.
Diciembre de 2021: El STJ de La Pampa rechazó un nuevo recurso de la defensa que buscaba reducir la pena, ratificando los 20 años de prisión. La condena se mantiene por los delitos de amenazas con armas, en concurso real, con homicidio calificado (por vínculo, alevosía y violencia de género, con uso de arma de fuego, en grado de tentativa), y portación ilegal de arma de fuego de uso civil.
Tobillera y traslado
En la audiencia de hoy, que será presidida por el juez Edgardo Trombicki, con la presencia de la fiscala Marisol Rodríguez, la defensora penal María Antonella Marchisio y el representante de la víctima, Juan José Hermúa, se definirá el pedido de salidas transitorias.
Según pudo saber El Diario, la defensa de Angelina Baiotti solicitará que, en caso de otorgarse las salidas, se le coloque una tobillera electrónica al condenado. Además, pedirán que tanto el traslado del penal al domicilio de alojamiento como el regreso al lugar de detención se realicen en un patrullero, garantizando así la seguridad de la víctima.
Una carta que conmocionó a la víctima
Una carta de lectores publicada en el diario La Arena en mayo de 2017, firmada por allegados de Alejandro Weber —condenado a 20 años de prisión por intentar asesinar a su exesposa—, generó una profunda conmoción en la víctima, Angelina Baiotti. La misiva solicitaba una rebaja de la pena para el agresor, a lo que Baiotti respondió tajante: «Nunca tengo paz con este tipo».
A dos años del brutal ataque con escopeta, la carta de los amigos y familiares de Weber sostenía que la condena de 20 años era inmerecida. «Alejandro no es un violento y menos un asesino. Ama a su familia y sus hijos», afirmaban los impulsores del pedido, buscando humanizar la figura del condenado.
Además, los allegados sostenían que «todos los que conocemos a Alejandro sabemos cómo es, siempre por el camino correcto toda la vida. Luchó y trabajó por su familia». Consideraban el intento de femicidio como un «error» del que Weber se arrepiente a diario, y pedían «una sola oportunidad más en su vida».
En diálogo con El Diario, Angelina Baiotti relató el impacto que le causó enterarse de la carta. «Me descompuse. Tuve náuseas», explicó, visiblemente afectada. «Nunca tengo paz con este tipo. Y quien escribió esta carta es poco humano, no le importa nada», sentenció la mujer, reflejando su indignación.
Con firmeza y determinación, Baiotti concluyó su mensaje: «Como me llamo María Angelina Baiotti, voy a pelear siempre porque se mantenga la condena. Nada ni nadie van a mover nada para que se le baje la condena. Lo juro por mi vida, por esta vida nueva que estoy viviendo». Sus palabras resuenan como un llamado a la justicia y una defensa de su propia supervivencia.