Por Norberto G. Asquini

Se vienen las elecciones PASO y después las generales, y el plato fuerte serán las y los precandidatos a presidente. En La Pampa se votará además para diputados nacionales (se eligen dos) y parlamentario al Parlasur (se elige uno), que será la pelea chica local.

La competencia central será entre peronismo-no peronismo, entre Unión por la Patria y Juntos por el Cambio, pero también hay una interna que al menos desde lo simbólico parece ya tener un ganador. Habrá interna entre un candidato identificado con la UCR, Francisco Torroba, y otro con el PRO, Martín Ardohain. Pero de ganar el primero el resultado no será tan lineal. Es que las definiciones electorales de este año en la oposición pampeana pusieron al PRO un pie delante de su socio, aunque todavía falte el choque en las PASO.

A esta altura viene la pregunta, ¿por qué este columnista se arriesga a afirmar esto? Vamos a los datos concretos.

1 Los dos precandidatos presidenciales son del PRO, el radicalismo tuvo que acompañar a un postulante amarillo (y hacer campaña por), y están apoyando a ambos (Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich). Además se allanaron a no tener un presidenciable radical. Las voces que lo lamentaron fueron demasiado puntuales.

2 Los radicales no pudieron tener lista propia e imponer el candidato de la UCR como en otras elecciones. Tuvieron que negociar sí o sí con el PRO (tanto en lo nacional como en lo local). Y divididos. Martín Berhongaray se sentó con Larreta y también con Bullrich para intentar cerrar una lista única que nunca llegó; Torroba negoció con Larreta, pero como estaba Berhongaray, también habló con los de Bullrich, finalmente los de Larreta le abrieron la lista al ser el candidato radical en carrera y quedó de ese lado.

3 El radicalismo no pudo asegurar su lugar en el Congreso, que le hubiera correspondido si la política fuera justa. Si gana la PASO la boleta Bullrich-Ardohain se quedará sin la banca que tiene que renovar en Diputados. Si gana Torroba, la conservará, y el PRO podría quedarse con el parlamentario del Parlasur. El PRO parece sumar más en esta que el radicalismo.

4 En todo el país, la UCR y el PRO se dividieron a un lado y al otro. La Pampa no fue la excepción. El radicalismo tiene dirigentes en una y otra boleta. La “fidelidad partidaria” quedó por el piso más allá que parece que en una lista hay más radicales y en otra menos. Pero también parece que hay más amarillos de un lado que del otro. En los papeles, estas PASO rompieron el tablero. Y hasta que hay más radicales de un lado es relativo: los celestes de Berhongaray se sentaron a cerrar con los de Larreta en La Pampa porque a nivel nacional está el tándem Larreta-Lousteau, pero no están convencidos de acompañar a Torroba después de que se cayó su postulante.

5 Aunque desde el radicalismo siempre intentaron marcar las diferencias políticas o ideológicas con el PRO para sostener la interna, el argumento se terminó por caer. A un lado y al otro, más allá que se hable de halcones y palomas, no hay un vector ideológico claro que divida. Se podrá buscar argumentos para estar con Larreta o Bullrich, Torroba o Ardohain, pero en los hechos no habrá diferencias. Si gana JxC será una o un presidente del PRO. También en JxC La Pampa se terminó de barrer cualquier barrera ideológica luego del documento en favor del gobernador jujeño Gerardo Morales. La postura acompañada por todas las fuerzas del frente hizo que “progresistas” justificaran la feroz represión policial (más allá de cualquier hecho de violencia) y que “republicanos” avalaran una reforma constitucional “floja de papeles” (invito a leer el hilo del tuit del abogado Gustavo Arballo).

Juntos por el Cambio tendrá su gran batalla en estas PASO. Desde CABA hasta en el pueblo más pequeño en La Pampa, se definirá esa interna multiplicada y con final abierto entre Bullrich y Larreta. Aunque lenta e imperceptiblemente, el PRO sigue ganando terreno en la oposición pampeana.