En el marco de una jornada sobre abuso sexual infantil que se llevó a cabo en General Pico, con la organización del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, se presentó el libro “Tengo derecho a ser yo”, de Renata Vismara, de la Asociación Civil “Mundanas”. La autora aseguró que a partir de la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) crecieron un 500 por ciento las denuncias impulsadas por las escuelas.
La actividad, que hoy se repetirá en Santa Rosa, estuvo dirigida a equipos técnicos y tuvo por objeto, identificar al abuso sexual contra las niñeces como un tipo de violencia de género, y comprender la necesidad de incorporar la perspectiva de género en las prácticas cotidianas.
De la actividad, participó el subsecretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Juan Pablo Bonino; la directora general de Prevención y Asistencia de la Violencia Familiar, Claudia Santiago; la secretaria de Desarrollo Social local, Gabriela Echegaray; y la directora de Políticas de Género del municipio piquense, Carina Garrido; entre otras autoridades locales.
“Entendemos que es fundamental cualquier recurso que se sume al contenido que hoy tienen los equipos técnicos, en un momento en el que tenemos más situaciones atravesadas por una complejidad muy grande en la que estamos viviendo”, dijo Echegaray durante la apertura de la jornada.
Abusos.
Vismara, presidente de la Asociación Civil “Mundanas”, explicó que dictan “capacitaciones” y brinda un “acompañamiento integral de las causas”.
También dio cuenta que cuentan con un equipo legal, otro de psicólogas y otro de trabajadoras sociales con los cuales trabajan “las causas de manera integral”.
A su vez, Vismara se refirió a la importancia de la implementación de la ESI en los colegios para la detección de casos de abuso sexual en las infancias.
“Creemos que desde que se empezó a trabajar fuertemente la ESI hubo un cambio sustancial. Desde que las escuelas trabajan ESI hay un 500% más de denuncias desde las escuelas. Cuando hablamos de abuso contra las niñeces y adolescencias hablamos de un flagelo sostenido en el tiempo por parte de las personas que deberían cuidarlas. Que los equipos estén formados y sepan cuales son los primeros signos hacen la diferencia para poder intervenir lo antes posible y que no se perpetúe en el tiempo”, dijo. Además, agregó: “En el país desde que se aprobó la Ley IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo) logramos reducir el embarazo adolescente no intencional en un 50 %. A nivel federal más de 6000 niñas no fueron madres en un lapso muy corto. El vínculo entre el abuso y el embarazo adolescente es muy estrecho. El tener la ley, que los equipos de los hospitales estén formados, lograr diálogo entre las distintas instituciones del Estado garantiza este derecho y que nuestra sociedad sea más libre de violencia”.
Por último, resaltó que “hubo un mayor compromiso de las escuelas” y que se logró aplicar un protocolo para situaciones de abuso en casi todo el país, excepto en dos provincias.