Francisco Herrán (20 años), quien mató de un balazo en el pecho a Martín Lorenzo Ignacio (29 años) en la localidad de Macachín, finalmente fue liberado.

La jueza Florencia Maza firmó la liberación en las últimas horas de Herrán, así fue confirmado por el portal Diario Textual desde fuentes oficiales. El fiscal Marcos Sacco no se opuso.

A Herrán se le habían dictado una prisión preventiva de 60 días, que ahora fue revisada y deberá cumplir una serie de pautas de conducta; tiene una orden de restricción de acercamiento a familiares del fallecido y está obligado a presentarse cada quince días ante una comisaría.

El fiscal Sacco no se opuso a la liberación porque, entre otros puntos, la mayoría de las medidas de prueba del caso ya fueron producidas”, revelaron fuentes de la investigación.

La Fiscalía, ahora, debe evaluar si lo acusa o no a Herrán. Si lo hace, se deberá hacer un juicio. Sacco tiene tres caminos: acusarlo por homicidio simple -como se encuentra caratulada la causa ahora-, imputarlo por exceso de legítima defensa o, directamente, pedir la absolución por legítima defensa.

Por ahora la opción que se inclinaría el fiscal sería la de exceso de legítima defensa, dijeron los informantes a Diario Textual.

Herrán sostiene que hubo una legítima defensa: salió a defender a la mujer, cuando la amenazaban con asesinarla con un cuchillo.

El hecho

Martín Lorenzo Ignacio, quien falleció, era un hombre que hacía changas de albañil y que había salido de la cárcel en febrero. Había cumplido una condena por robos y violencia de género contra su ex.

El domingo 12 de marzo, en las primeras horas de la madrugada, se presentó en la casa de su ex pese a que tenía una orden de restricción. Allí se encontraba la mujer, sus dos hijos -de un año y 7 años-, y su novio (Herrán).

Ignacio ingresó y golpeó en dos oportunidades a la mujer, según se encuentra acreditado en la causa. La excusa es que pretendía retirar a los chicos.

Herrán se interpuso y salió a defender a la mujer. Logró retirar a Ignacio de la casa. Pero luego el agresor regresó con un cuchillo, alcanzó a sacar un changuito y al nene más chico.

Luego tomó a la mujer del cuello y de los pelos, mientras que blandía el cuchillo y le decía que la iba a matar. En ese momento, Herrán apareció con un revólver y gatilló.