Alumnos que iniciaron el curso de euskera en 1990 en La Plaza Independencia.

El próximo 3 de diciembre se celebra el día Internacional del Euskera, fecha que coincide con la festividad de San Francisco Javier y que desde 1995 se celebran ambas en simultáneo. Aquí la historia de cómo Macachín ha sido el semillero de vascohablantes y profesores del euskera.

Este año es muy particular, sobre todo para la localidad de Macachín, porque se cumplen 30 años de la implementación del programa “Argentinan Euskaraz”, hoy convertido en “Euskara Munduan” (el euskera en el mundo), que tuvo, y tiene, como objetivo principal, impulsar el conocimiento del euskera entre las colectividades vascas y la formación de nuevos “euskaldunes”, o vascohablantes.

¿Cómo llegó Macachín a ser la sede de inicio de este programa de formación en el euskera?

Según relata Gonzalo Javier Auza*, en una publicación del año 2002 en el blog euskonews.eus, sobre la enseñanza del euskera en argentina, que “después del enorme empujón que le dieron los euskaldunes llegados a mitad de siglo, el idioma se mantuvo vivo hasta la década del ’80, cuando se empezó a notar la falta de renovación, por el decrecimiento del número de hablantes nativos”.

Según el autor del artículo, hacía finales de los años ´80 había en el país solo 40 alumnos que estudiaban euskera. Esa disminución se debía en gran parte a lo que había sucedido en España durante los años 1936 y 1977, la dictadura de Francisco Franco, que prohibió durante 40 años la utilización del euskera.

Pero la colectividad vasca no iba a darse por vencida ante este atropello, y por el contrario iba a ir por más. Desde Argentina se pidió ayuda al gobierno vasco para poder incrementar y potenciar la enseñanza de la lengua. “Así se inició un programa para dotar de nuevos y actualizados profesores a los centros” dice Auza.

Por propuesta, a finales del 1989, se eligió al Centro Vasco macachinense para dar inicio a este programa que lograría excelentes resultados, aunque “desde Euskadi no se pusiera demasiada esperanza en el éxito del proyecto” asegura Auza.

Los primeros estudiantes de euskera del programa “Argentinan euskaraz” afuera del centro vasco de Macachín – 1990

La modalidad del “Argentinan Euskaraz” fue similar a un barnetegi (internado), y comenzó a dictarse en enero de 1990. El formato fue intensivo y estuvo a cargo de profesores llegados desde Euskadi.

“Dos meses y medio con siete horas diarias de uso intensivo de euskera fueron la semilla de toda una nueva generación de docentes. Comenzaron 24 y alcanzaron el final 13, pero es notable que durante varios años, la mayoría de esos trece alumnos siguió dando clases en sus centros vascos (algunos de ellos inclusive dieron clase en Euskadi), según indicó en su momento Gabriela Mendía, Secretaria de la Federación de Entidades Vascas de Argentina (FEVA)” relata Gonzalo Auza.

De esta manera, Macachín vuelve a ser protagonista en la historia de la cultura vasca en Argentina; En este 2020 se cumplieron 30 años de la llegada de este programa, donde el Euzko Alkartasuna fue el primero en implementarlo a nivel país, dejando preparado el camino para lo que vendría.

Experiencia

Cuatro fueron los macachinenses que comenzaron el curso del Euskera; María de los Ángeles Mujica, más conocida como “Marigen”, Miren Iruretagoyena, Lore Pacha, y Albino Mota.

Junto a ellos estuvieron Abasolo, Juan (Buenos Aires), Aranguren, Elizabeth (Buenos Aires), Arozarena, Miren (Buenos Aires), Bournissen, María Lilia (Paraná), Canz, Cecilia (Buenos Aires), Elizagaray, Claudia (Villa María, Córdoba), Entizne, Rosana (Bahía Blanca), Fernández, Mariana (Buenos Aires), Flegenheimer, Juan (Necochea), García, Valeria (Gral. Acha, La Pampa), Gorostegui, Lourdes (Mar del Plata), Kain, Esteban (Tandil), López De Vicuña, Irene (Buenos Aires), Mendia, Gabriela (Buenos Aires), Paglialunga, Marina (Lomas de Zamora), Romano, Fabiana (Córdoba), Taretto, Irina (Bariloche), Viguri, Noelia (Olavarría), Zabala, Fernando (La Plata), y Zavaleta, Teresa (Arrecifes).

Estudiantes de euskera durante una cena en Macachín – 1990

Como se dijo, de 24 alumnos terminaron la capacitación 13. Entre ellos “Marigen” Mujica, una macachinense.

María de los Ángeles Mujica nació en Macachín en una familia ligada siempre a la colectividad vasca. Su abuelo fue socio fundador del centro vasco macachinense. “Siempre ligados a los centros vascos donde estuviéramos” recuerda.

“Enseñar fue con el compromiso que nosotros empezábamos a estudiar, desde el primer año era volver y dar clases enseguida. Dar clases reforzaba lo que habíamos aprendido. Después de esos años se formaron muchas personas en Euskera y se iba replicando año a año” comenta Marigen.

Por ese entonces ella vivía en Bahía Blanca junto a sus padres, se habían mudado allí por razones laborales, “soy de Macachín” señala, para que no queden dudas.

Integrantes de la comunidad vasca junto a una de las profesoras llegadas de Euskadi.

Aprendizaje y enseñanza del Euskera

Marigen recuerda que llegaron dos profesoras del país vasco “con mucho material; no sé cómo trajeron tantas cajas de libros” se pregunta entre risas al recordar.

Era muy intensivo, teníamos clases toda la mañana, después toda la tarde, y además había que estudiar todo eso. Tuvo mucho éxito. Ellos vinieron pensando en hacer ese curso y listo, pero la gente se re enganchó, se hizo un grupo muy lindo” resalta.

Durante los meses de enero, febrero y marzo del año 1990, los alumnos recibieron, no solo los primeros conocimientos del euskera, sino que además incursionaron aún más en la cultura vasca con actividades como Pelota a Paleta, baile y música.

La música también estaba presente en el aprendizaje del euskera
Otra de las actividades que hacía el grupo de estudiantes era incursionar en la Pelota a Paleta

La capacitación prosiguió en el receso invernal de ese mismo año, en esa ocasión con la presencia de tres profesoras, también llegadas desde Euskadi.

La siguiente sede, y continuidad del programa, se dio en la ciudad bonaerense de Tandil durante los siguientes dos años. Siempre con la misma modalidad de internado y en recesos escolares de verano e invierno. Además se sumó la segunda camada de alumnos dispuestos a conocer la lengua vasca.

En el verano del ´93 en la Argentina, los 13 alumnos viajaron al país vasco y lograr así ser profesores de Euskera. Allí fueron recibidos por autoridades del gobierno vasco.

Los alumnos en Euskadi, junto a las autoridades del gobierno vasco.

Sobre la lengua

Sobre la dificultad del aprendizaje del euskera, María de los Ángeles subrayó que “es bastante difícil porque es diferente. A los idiomas más comunes como el inglés uno lo ha escuchado en alguna canción, lo tenés de alguna manera, pero el euskera es diferente, tiene una estructura diferente también, la formación de las frases y los verbos. Se hace difícil sobre todo al principio hasta que uno se hace amigo”.

Marigen describió cuál fue la motivación para aprender la lengua vasca; “desde muy chiquita mi bisabuelo me cantaba canciones en euskera, me decía dichos, y después no los escuché más. Es encontrarse con tus raíces, como el día que baje del avión y me acordaba lo que le abuelo me contaba, tiene una carga emocional muy grande. El ir aprendiendo la lengua te moviliza mucho” asegura, y agrega que “es un idioma que difícilmente te vayan a pedir en un currículo, pero la carga emocional es como el de cualquier otro descendiente de otra cultura”.

Fue una experiencia maravillosa, soy muy afortunada de haber podido vivir esa experiencia. He tenido la suerte de viajar por algunas partes del mundo, de visitar centros vascos, y en todos se reconoce que en Argentina, en Macachín, se hizo el primer curso de euskera. Haber sido parte de eso es un placer y un orgullo” concluye casi entre lágrimas de alegría.

Marigen posa en una de los tantos comercios del país vasco que lleva su apellido.
Marigen en su visita al país vasco con un paisaje tradicional de fondo.

Actualidad

Hoy Marigen sigue enseñando la lengua vasca en Macachín. Junto a ella, como auxiliar en clase, la acompaña Tomás Vicente; “Tomi”. Cuentan con 16 alumnos divididos en dos grupos; uno que comenzó el año pasado y otro este año, “son 15 macachinenses, y una alumna que llega desde Doblas”.

Uno de los grupos actuales de estudiantes de euskera.

“Tomi”, se metió de lleno en el centro vasco hace poco, en el 2014, aunque su familia estuvo siempre comprometida con la cultura vasca desde los inicios; sus bisabuelos eran inmigrantes, y en la actualidad, tanto él como su mamá María José y su abuela Mirtha Mujica, forman parte de comisión directiva y subcomisiones.

Las clases que se brindan hoy por hoy están dentro del programa “Euskara munduan”, con una modalidad diferentes, es decir, sin internados. Se está tramitando la inscripción al programa, por ese motivo aún no se percibe remuneración desde el gobierno del país vasco, “no es el propósito que nos paguen porque lo hacemos por amor y no somos profesionales en euskera. Tomamos un curso de la Escuela de lengua vasca de Buenos Aires (Euskaltzaleak) y lo damos acá” explica Tomi.

Los alumnos tienen una vez por semana una clase virtual con la escuela Euskaltzaleak, y una clase presencial en el centro vasco macachinense con Marigen y Tomás.

Sobre la repercusión que ha tenido esta posibilidad de aprender euskera, Tomi asegura que “ha tenido muy buena aceptación y recibimos consultas para sumarse, por eso existe la posibilidad de sumar otro grupo el año que viene”.

Grupo de estudiantes actuales en el salón de cultura del Centro vasco de Macachín.

Lengua viva

Con esta política implementada por el país vasco, de formar vascohablantes, el crecimiento en el uso del euskera, desde los años 80´hasta ahora, ha subido más del 100%, “es una política increíble del país vasco que muchos la toman de ejemplo porque recuperar una lengua en tan poco tiempo es muy importante” cuenta Tomás.

De Europa es la lengua viva más antigua que existe, y es una de las siete lenguas vivas más antiguas del mundo, y una de las tres de las que no se conoce origen, no tiene relación ni parentesco con ninguna otra lengua. En su conformación uno se da cuenta de lo antigua que es, totalmente diferente a las de origen latino o romano. En sus palabras aparecen muchas cosas referidas a la piedra y eso te da una noción de épocas paleolíticas” describe.

Difundir y transmitir el euskera es el objetivo planteado desde los inicios, hoy ese espíritu sigue vigente y “más allá que uno piensa que al euskera lo hablaremos acá y en el país vasco, realmente es digno de aprender, no solo por el hecho de poder usarlo el día de mañana, sino de conocer una lengua nueva y muy antigua. No solo aprendemos de euskera sino de cultura vasca en general” manifiesta Tomás.

Tomás Vicente auxiliar de las clases de euskera – 2020

¿Es difícil de aprender el euskera?, Tomi asegura que no; “Como cualquier idioma, o cualquier cosa que quieras aprender, requiere de esfuerzo, pero teniendo clases presenciales, y de la manera en que lo venimos dando, se hace mucho más fácil de llevar. Al principio vemos tantas “k”, tantas “z”, tantas “x”, y decís “que idioma difícil”, pero cuando te pones a pensar y a entender la lógica que tiene, termina siendo como cualquier otro, pero muy distinto a lo que conocemos”.

El aprendizaje del euskera no está limitado a quienes tengan descendencia vasca, sino que trasciende esas raíces, ¿por qué?, “porque al tener un centro como el que tenemos hay mucha gente que no tiene relación pero le interesa y se suma” cierra Tomás.

Ya se dijo; Macachín vuelve a ser protagonista de la historia de la cultura vasca en la Argentina, y esto atañe también al orgullo macachinense, de pertenecer a una comunidad pequeña en cantidad de habitantes, pero de corazones inmensos, que lo llevan a ser una referencia histórica mundial.

Referencias: *Gonzalo Javier Auza, Responsable de Comunicación y Desarrollo de la Fundación Vasco Argentina Juan de Garay, año 2002.