– Por Noberto G. Asquini – 

Pasó la “ola Milei” por La Pampa, como en casi todo el país, y desconcertados y perplejos los dirigentes de las dos coaliciones provinciales todavía analizan qué pasó, cómo les pudo explotar en la cara ese bombazo electoral.

Vamos a ver qué quedó para analizar del lado del peronismo. El gobernador Sergio Ziliotto fue rápido y puso la cara horas después de conocidos los resultados. Se hizo cargo como presidente del PJ pampeano de un resultado que le cae de arriba: fue la peor elección de un candidato a presidente peronista. Más allá que en la local Ariel Rauschenberger fue el más votado. Rápido de reacción, le apuntó al que será el verdadero contrincante: Milei. Porque como analiza el politólogo Julio Burdman, el peronismo tendrá más espacio para confrontar discursivamente para polarizar en la próxima campaña con el libertario que Juntos por el Cambio, que peleará por un mismo electorado.

En un charla posPASO del lunes, el politólogo Andrés Malamud dio algunas claves interpretativas sobre el resultado del domingo. Por un lado, entiende que fue la disputa entre sociedad versus Estado, entre los discursos de que el Estado “te salva” o el Estado “te caga”. Y parece haber ganado la segunda.

Otra lectura es que Milei ganó en 16 provincias del interior y quedó tercero en CABA y el conurbano, lo que parece haber sido una disputa entre el AMBA y el resto del país. En las provincias muchos votantes vieron al libertario (entre otras lecturas como el mejor para castigar a la dirigencia tradicional) para golpear a esa Capital donde se toman las (malas) decisiones políticas y económicas que han llevado al país a estar como está. Burdman por su lado aclara que en ningún momento Milei atacó el centralismo, pero si al Estado nacional. Y suma que Milei logró en el interior mucho voto del provincialismo de origen peronista (San Luis, Córdoba, Neuquén, Río Negro).

En este escenario el PJ pampeano tiene que afrontar la próxima campaña en un momento de fragmentación política. Con la derrota el domingo del kirchnerismo en Santa Cruz, La Pampa se ha convertido en una “isla” peronista en el centro del país. Solo le queda cerca Buenos Aires, que define en octubre. El resto de las provincias justicialistas están en el norte: La Rioja, Catamarca, Formosa, Tucumán, Santiago del Estero. No mucho más. Córdoba, pero se comporta como un provincialismo.

Por supuesto que el resultado del domingo tiene una lectura nacional y no local. En las elecciones de mayo el peronismo pampeano revalidó su gobierno en La Pampa con un discurso de defensa del rol del Estado con el 47% de apoyos (en momentos en que se derrumbaban otros peronismos históricos como el de San Luis), y ahora muchos votaron su antítesis. Quedó claro que el domingo la mayoría de los pampeanos se descargó contra una clase dirigente nacional, y que separa cuando elige presidente y cuando elige gestiones locales. Y además los votos del gobernador no son trasladables al del presidente.

También quedó un elemento para pensar mayo al calor de estas PASO. Esa “ola Milei” que ya se estaba incubando desde los tiempos de la pandemia, ¿no habrá estado presente de alguna manera en las elecciones pampeanas? ¿Algunos resultados locales donde el PJ perdió intendencias no habrán tenido algo (y digo que fue uno de los factores entre otros tantos) que ver con las derrotas?

Hacia adelante, más allá de quien sea el presidente (por estas horas se está sobreanalizando las PASO y hasta se da como presidente a Milei), el peronismo nacional tendrá que procesar su lugar en un momento de declive nacional y repensar la renovación programática en los próximos cuatro años. Y podría ser, como en 2015, desde el llano, lo que es aún más complejo. El PJ pampeano, como una de las pocas gestiones en pie que quedó con sello peronista, también estará involucrado en ese camino.

La cuestión es, ¿esa renovación será en clave bonaerense si Kicillof sigue gobernando, lugar elegido por el cristinismo para resistir lo que viene, desde una concepción kirchnerista más doctrinaria? ¿O será desde una perspectiva más pragmática, actualizada y federal, como a la cordobesa? Temas que se vienen, aunque por el momento lo más importante es pasar octubre.