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Muerte en la Unidad 13: la Procuración hace una investigación paralela

Más allá de la pesquisa formal del Poder Judicial, se intentan conocer las razones del fallecimiento de una joven interna que estaba en la Cárcel de Mujeres.

La Procuración de la Penitenciaria Federal inició una investigación paralela a la del Poder Judicial para establecer las razones del fallecimiento de una joven interna de la Unidad 13 de Santa Rosa. Así lo confirmó el delegado de ese organismo en la provincia, Pedro Javier Zuazo.

La muerte se produjo el 19 de octubre. La víctima fue identificada como Candela Olmedo y la hipótesis oficial es que se trató de un suicidio.

La Procuración tiene un protocolo de actuación general por el cual ante cualquier fallecimiento se lleva a cabo un procedimiento específico: se toman entrevistas a otras internas y se hace una investigación paralela a la que hace a la Justicia. «Todavía no tuvimos acceso a la autopsia porque hay secreto de sumario. Sí lo que hacemos es preguntarle a las internas y respetando lo que las internas quieran informar», dijo Zuazo respecto del tema.  

«Justamente en este caso nosotros habíamos estado en una entrevista con Candela la semana pasada, porque la mamá había llamado por cuestiones médicas. El médico nuestro la había entrevistado, porque la chica tenía HIV y tenía algunas cuestiones de salud e hicimos notas a la unidad para que la atendieran los médicos correspondientes y ella se negó a ser atendida», añadió en declaraciones que hizo a Radio Kermés.

También confirmó que ella estaba «en buzones, en una celda de aislamiento, ella tenía la solicitud de traslado, no había cupo en Buenos Aires y había agotado los lugares de la cárcel mientras esperaba el traslado a Buenos Aires», precisó. 

Explicó que la joven interna después fallecida «tenía conflictos con unas compañeras y estaba en celda de aislamiento, pero estaba con una compañera más. Ella no tenía castigo, no tenía sanción, salía cada dos horas y tenía un teléfono, se bañaba, salía al patio, pero para no salir juntas, las sacaban, según nos informaron, dos horas a cada una». 

También comentó que aunque «es prematuro» dilucidar qué ocurrió, «nos informaron que habló por teléfono y que luego de hablar por teléfono fue el hecho en sí».