«Los docentes estamos igual o peor que antes de comenzada la lucha, todo sigue aumentado, no recuperamos nada de lo cedido o no reclamado en su momento, que nos quitó al menos un 60% de poder adquisitivo», denunció una agrupación opositora.
Desde la Agrupación Rosa Verde, Pedimos la Palabra, salieron a criticar el último acuerdo paritario firmado entre el gobierno provincial y la conducción de Utelpa, por «fraudulento» y por haber obtenido «un logro mentiroso».
En un comunicado, indicaron que ya habían advertido que la «letra chica» que ocultaba la propuesta aceptada por la UTELPa. «No fue aceptada por los/as docentes; sino por la conducción, que hizo firmar engañosamente planillas que tenían la opción de SUFICIENTE O INSUFICIENTE para luego justificar la aceptación; ya que ambas opciones según ellos/as implicaban acordar», dijeron. «Estamos acostumbrados/as a esta forma de interpretación mágica del pensamiento docente que esta conducción posee al momento de contar mandatos de las bases o votos en las elecciones», fustigaron.
«La letra chica hoy se vio reflejada en cada uno de nuestros recibos de sueldo, en los cuales se buscó «mejorar» hacia abajo; dejando a cada uno/a de los/as docentes bajo la línea de pobreza, pero igualitariamente. Hoy pudimos corroborar que dejó de existir o importar la antigüedad, que quien más trabaja menos cobra, que los básicos siguen inamovibles porque el garantido que fue para unos/as pocos/as se encuentra en otro ítem de los haberes y como tal tampoco aporta al cobro del aguinaldo», detallaron.
«Los y las docentes pampeanos/as estamos igual o peor que antes de comenzada la lucha, todo sigue aumentado, no recuperamos nada de lo cedido o no reclamado en su momento que nos quitó al menos un 60% de poder adquisitivo», denunció la agrupación opositora.
«Mientras tanto, celebrando un logro no logrado, nos dijeron nos vemos en diciembre, cuando sabemos que de diciembre a marzo las guarderías se cierran y a lo sumo nos dirán Feliz Navidad con algún bono para comprar un asadito», añadieron.
«Y aquí estamos, los/as docentes sosteniendo un sistema que colapsa, desabastecido material y humanamente, con niños/as/familias con problemáticas diversas que debemos resolver en la soledad de la institución educativa, acompañados/as en el mejor de los casos por un ventilador que rezamos no se rompa. Y allí están ellos, en instituciones gremiales y gubernamentales, rodeados/as de lujos y aires acondicionados, desconociendo y ocultando una realidad que ya no puede taparse», concluyeron.