– Por Norberto G. Asquini –

Milei está en el centro de la escena política y mediática nacional. La sorpresa de ser el más votado en las PASO y la posibilidad (cierta) de llegar a presidente lo colocaron en todas las pantallas, su agenda se comenzó a debatir en todas los medios y, para colmo, su romance con Fátima Flórez le dio aún mayor presencia mediática esta semana.

Mientras tanto, en el inicio de la nueva campaña para las generales del 22 de octubre, las que valen, UxP y JxC aún no encuentran el rumbo. Sus candidatos buscan pelear el balotaje con Milei pero tienen límites. Massa intenta acomodar una economía desquiciada y una sociedad agitada por profundos temores (esta semana se sumaron los “saqueos”); y a Bullrich se le pone cuesta arriba el camino porque pierde fuerza ante Milei, que le pelea su electorado y para colmo Macri no la ayuda con sus declaraciones, aunque después se desdiga.

Milei tiene viento a favor. La politóloga Mayra Arena dijo en un programa televisivo que “hay más miedo a que todo siga igual a que cambie”. Ese es el tono del grueso que apoya a Milei. Así se puede entender el voto multicausal: la gente lo respada a pesar, y no por, sus propuestas. Espera el fuego sagrado, la furia que barra con todo lo conocido, lo mal conocido, y el sistema de partidos que nos llevó a la actual y caótica situación. Que barra con la “casta”.

Por supuesto, el ascenso de una derecha radical diferente a todo lo conocido también anida peligros futuros: la posibilidad de una libertad de mercado que arrase con la industria nacional (golpeada), la precarización laboral (aún más profunda que ahora), las privatizaciones que dejen si red al grueso de la población, los ataques a la convivencia democrática de una fuerza que apela a la descalificación permanente (aún más que los partidos tradicionales) y, sobre todo, los fantasmas de la ingobernabilidad de un posible presidente que impondría un programa de facto y que estaría siempre a tiro del Congreso.

Debates en La Pampa

El problema para UxP y JxC es que, así lo demostró la amplitud geográfica del triunfo de Milei, este fenómeno penetró profundamente en la sociedad, lo votan jóvenes y no tanto, ricos y pobres. Ese fenómeno silencioso del domingo 13 de agosto empezó a tomar mayor volumen. En los días siguientes las redes explotaron a favor de Milei y empezaron a sumar fiscales para el 22 de octubre.

Y si la campaña es compleja en este escenario para UxP y JxC a nivel nacional, La Pampa no es la excepción donde ambos intentan dar vuelta los números de las PASO.

El gobernador Sergio Ziliotto se reunió esta semana con Massa, que busca el apoyo de los mandatarios provinciales para afrontar la general. El peronismo ya tiene contrincante y es Milei. La estrategia es convencer al votante (el ausentismo representó un tercio del padrón) que no participó de las PASO y a quienes votaron al libertario por impulso y ahora están algo arrepentidos desde que empezaron a conocer sus propuestas. Entre el cuarto que nunca va a votar en La Pampa y el tercio que no fue en estas primarias, hay entre 15 y 20 mil votos “sueltos”.

Si bien hubo mucho voto espontáneo hacia Milei, el aparato del PJ no trabajó el domingo 13 de agosto como siempre, analizan dirigentes. Hay quienes apuntan a algunos intendentes que “no pusieron todo lo que se necesitaba” para tener un mejor resultado. Que UxP haya ganado en Santa Rosa o en localidades como Jacinto Arauz (la intendente Gabriela Labourie era candidata), Uriburu (el intendente Pascual Fernández estaba en la lista) y Anguil (también tenía una dirigente local en la boleta) en todas las categorías, parece demostrarlo.

Es que algunos prefirieron esperar “a las que valen” que son las de octubre, otros dejaron liberado todo a Milei sin percatarse de lo que iba a ocurrir, también están los que se quejan porque no hubo plata para la campaña. Lo cierto es que más allá del fenómeno Milei, hubo lugares donde el peronismo hubiera hecho una mejor elección.

Del lado de JxC está un poco más complicada. El resultado fue un cachetazo para el radicalismo. Gane o pierda, la UCR siempre está discutiendo un rumbo que no encuentra. Legisladores e intendentes dieron sus puntos de vista en los días siguientes dando cuenta de ese estado de disputa permanente. En todos hubo sabor a derrota.

En JxC los candidatos a presidente y a diputado serán ahora del PRO. Y desde las filas del PRO saben que si buena parte del radicalismo le sacó el cuerpo a las PASO, ahora directamente ni aportarán. En ese sentido se pueden leer las declaraciones de la diputada provincial María Laura Trapaglia que dijo que “para ganar la provincia se necesita unidad”, apelando a sostener JxC. La interna fue demoledora a nivel nacional y también tuvo consecuencias a nivel local.

Más allá de la explosión del fenómeno Milei y del aturdimiento de UxP y JxC, se generó también luego del resultado y de empezar a conocer las propuestas del libertario un movimiento “desde abajo”. Entre quienes no fueron a votar o lo votaron por descarte (y que grafican esa decisión como “un tiro en el pie”), hay quienes empezaron a evaluar un “voto defensivo” frente a lo que significaría un gobierno de Milei. Si se le pregunta a algún adolescente que lo apoyó cuáles fueron sus motivos, alegan que si los otros dos que gobernaron fallaron y mal (UxP y JxC), ahora se necesita algo nuevo. Tiene su lógica, pero lo nuevo no significa que vaya a ser mejor, solo distinto. Se puede estar peor, ese es el límite para Milei.