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Santa Rosa, una de las ciudades que se quedará sin vuelos si se privatiza Aerolíneas

Hay 18 ciudades del país a las que solo vuela Aerolíneas Argentinas. Son líneas que se mantienen por la necesidad de conectividad y no por criterios de rédito económico. Si operan los privados, por ejemplo, Santa Rosa quedaría de lado.

Santa Rosa es una de lsa 18 ciudades del interior del país que se quedará sin vuelos si se concreta la privatización de Aerolíneas que impulsa el gobierno de Javier Milei.

Este miércoles el oficialismo hizo un nuevo avance durante un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados de la Nación. Hay 18 ciudades argentinas que sin la existencia de la aerolínea de bandera se quedarían sin conectividad aérea. La capital pampeana es una de ellas.

Del plenario participó el diputado de UxP, Ariel Rauschenberger. «Hay riesgo de perder los vuelos en La Pampa», anticipó el legislador peronista. Por otra parte, el diputado del PRO La Pampa, Martín Ardohain, ya hizo pública su postura de apoyo a la privatización. «No se puede seguir financiando una empresa deficitaria a costa del esfuerzo de los argentinos», reza el mensaje de su partido, que reposteó en los últimos días.

En las afueras del Congreso, cinco gremios aeronáuticos se convocaron para manifestar su repudio al intento de desguace de Aerolíneas Argentinas. En paralelo, los trabajadores del sector protagonizan, hace casi un mes, un conflicto con las autoridades de la empresa por la falta de una actualización salarial que contemple la perdida de poder adquisitivo que sufrieron los salarios desde que comenzó el año.

Los destinos a los que vuela la aerolínea de bandera no se basan en criterios de rédito económico, sino en la necesidad de darle conectividad aérea a diversos destinos de la Argentina. Uno de los argumentos del proyecto privatizador se centra en aumentar la eficiencia de la empresa, pero los gremios ponen en duda que así se garantice un mejor transporte aéreo. Por el contrario, apuntan que se concentrarían las ganancias en «unos pocos» y su consecuencia sería el empeoramiento del servicio. A estas 18 ciudades solo vuela Aerolíneas Argentinas:

Bahía Blanca, Buenos Aires.

Río Gallegos, Santa Cruz.

Esquel, Chubut.

Viedma, Río Negro.

Santa Rosa, La Pampa.

Santa Fe Capital, Santa Fe.

Rosario, Santa Fe.

Formosa Capital, Formosa.

La Rioja Capital, La Rioja.

San Fernando del Valle de Catamarca, Catamarca.

San Luis Capital, San Luis.

Merlo, San Luis.

San Rafael, Mendoza.

Santiago del Estero Capital, Santiago del Estero.

Paraná, Entre Ríos.

Resistencia, Chaco.

Río Cuarto, Córdoba.

Río Grande, Tierra del Fuego.

El debate por la privatización de Aerolíneas Argentinas tuvo un nuevo capítulo este miércoles por la tarde en las comisiones de Transporte y de Presupuesto y Hacienda. Por parte del Gobierno, participaron el vicejefe de Gabinete, José Rolandi y el secretario de Transporte, Franco Mogetta. Los diputados debatieron dos proyectos de ley. Uno presentado por el diputado del PRO Hernán Lombardi y otro por Juan Manuel López, de la Coalición Cívica.

«Quiero preguntarle (al secretario de Transporte) cuál es el impacto económico si las empresas que adquieran Aerolíneas Argentinas no se hacen cargo de las rutas no rentables, que impacto tiene en las economías», apuntó el diputado nacional Sergio Palazzo de Unión por la Patria (UxP).

Por su parte, el legislador Christian Castillo (Frente de Izquierda) destacó que durante la pandemia «haber tenido una aerolínea propia fue una ventaja», por ejemplo, para gestionar los vuelos que trajeron al país millones de dosis de vacunas contra el Covid-19. Además, resaltó que las aerolíneas low cost «tienen los peores índices de puntualidad y cancelaciones», en contrapartida del servicio que brinda Aerolíneas Argentinas.

«Esto ya pasó, Aerolíneas fue privatizada en la década del noventa, en tres semanas vendieron 22 aviones», recordó finalmente Pablo Juliano, diputado por la Unión Cívica Radical (UCR), en el plenario de comisiones.

Luego de la privatización que sufrió la compañía en la década del ’90, el Estado argentino terminó «haciéndose cargo de los salarios y el combustible para recuperar una aerolínea de bandera en un país que es el octavo en extensión territorial del mundo y requiere necesariamente de una conexión aérea», finalizó Juliano.