Foto: El Diario de La Pampa

– Por Norberto G. Asquini – 

El peronismo pampeano hizo su acto por el Día de la Lealtad, fecha emotiva si las hay para el PJ: es la fecha en que irrumpe como movimiento político, y es la celebración de uno de sus valores.

Esta vez fue una fecha de festejo. Un acto político en el Club Argentino, encabezado por el gobernador Sergio Ziliotto, presidente del PJ pampeano. Estuvieron invitados las y los intendentes y representadas todas las líneas.

No hubo referencias a la relección ni al desdoblamiento, pero fue una demostración en tiempos en que ya hay que pensar en 2023. El mensaje se puede resumir en un “todos unidos triunfaremos”. Solo con todos adentro, hay continuidad.

El acto dejó bien en claro cuál es la situación del peronismo pampeano. El principal orador fue el gobernador, debajo las líneas y agrupaciones compartiendo lugar -la disputa de las banderas es una anécdota folclórica que no puede faltar-. Un solo discurso marcando la unidad. Un escenario muy distinto a las divisiones nacionales. El PJ pampeano mostró que es un oasis frente a las crisis en las que está envuelto el Frente de Todos a nivel nacional. La única manera de afrontar 2023.

Discípulo de su conductor, Carlos Verna, el gobernador Ziliotto no solo se asemeja al ex mandatario en ser un tiempista y usar los silencios como estrategia política, sino también en alambrar La Pampa frente a lo que está ocurriendo a nivel nacional. Aislarse es la otra forma.

Mientras todo el peronismo estaba presente en el Club Argentino, en Buenos Aires se mostraban sin pudor las internas del Frente de Todos con cuatro actos. El presidente Alberto Fernández, desvirtuado por CFK y el superministro Sergio Massa, en una inauguración; el kirchnerismo en Plaza de Mayo; la CGT en Obras Sanitarias y los movimientos sociales en Laferrere. El peronismo llega a las divisiones extremas cuando está en el llano, pero hoy lo afecta mientas es gobierno. Una prueba de la crisis política en la que vive.

El periodista Marcelo Falak (Letra P) analiza, con profundidad y fineza, en un plano muy diferente a los tirabombas de otros medios, que la Argentina, y el peronismo, está como volviendo a 2003. “A un año de las elecciones generales, la incertidumbre electoral nunca ha sido mayor desde esa fecha, sin que surja por el momento una candidatura presidencial que merezca ser considerada favorita”, indica. Además de la ruptura del bicoalicionismo por parte de una tercera fuerza de ultraderecha y la posibilidad de que se suspendan las PASO para arrojar más incertidumbre sobre el escenario nacional.

Y mientras tanto, la crisis económica está más vigente que nunca. Aunque Massa intente apurar medidas concretas para contener el efecto de la inflación que destruye todo a su paso.

Ziliotto hizo su acto que se puede ver como un dique de contención a todos los males nacionales a los que el peronismo pampeano intenta escapar. Y marcó el rumbo de cuál es la estrategia para mantenerse vigente en la provincia.