El crecimiento de la incidencia de la miopía infantil es una constante que se viene multiplicando al influjo del uso excesivo de las pantallas, un fenómeno que creció a partir del desarrollo de la era digital y que afecta a los niños.

La oftalmóloga santarroseña María Verónica García recordó que la miopía existió siempre. Se trata de un problema visual que consiste en un mal enfoque para ver de lejos y otro, bueno, para ver de cerca.

“La herencia juega un rol fundamental, aunque se exacerba muchísimo ante el uso de las pantallas”, advirtió.

El problema radica en que los niños actuales utilizan cada vez más las pantallas, incluso salen menos al aire libre y no tienen interacción entre ellos. “Todo eso provoca que estén horas y horas y cuando se les avisa que en minutos tienen que dejar la pantalla te responden que hace poquito tiempo que la tomaron”, graficó la doctora, sobre una escena cotidiana en los hogares.

La especialista manifestó que el uso de pantallas llevó a que hayan crecido las consultas porque los padres observan que los nenes tienen dificultades para ver el pizarrón o conflictos en la interacción social. “Cada vez son más las consultas por dificultades en niños para ver, factor que multiplicó la utilización de anteojos en pequeños, principalmente por el uso abusivo de las pantallas”, alertó.

La pandemia, en tanto, marcó un antes y un después en la calidad visual de las infancias. “Si bien la conectividad fue indispensable y beneficiosa para atravesar el año y medio de la pandemia, también afectó el desarrollo visual de los chicos”, aseguró la oculista Ludmila Ballari. “Tantas horas de pantalla seguidas tienen un costo”, añadió a Noticiero 3.

Una vez que aparece, la miopía tiende a estar presente hasta los 25 años, edad en la que recién se estabiliza. “Por eso se recomienda ir haciendo controles médicos para estudiar si avanza o no. Algo muy importante es que el paciente utilice una lente apropiada para la miopía que padece en ese momento”, resaltó la trabajadora de la salud.

Para García, lo recomendable es un máximo de dos horas de pantalla, entre las que se cuentan celular, computadora, tablets o TV, y se descanse unos quince minutos.

“Salir al patio y tomar un poco de aire libre es una buena iniciativa para interrumpir esa fijación constante”, aconsejó, con el objeto de ayudar a que “no aumente el largo del ojito” y de esa manera no aparezca la miopía o se posponga una eventual aparición.

-¿Hay tiempos de utilización sugeridos según las edades?

– El máximo de pantalla está estipulado en dos horas. Los menores de dos años cero pantalla; entre dos y cinco años, media hora de pantalla. Desde esas edades en adelante dos horas diarias de pantalla como máximo es lo encomendado. Además, mientras más grande sea la pantalla, mejor.

-¿Hay alguna hora más perjudicial para la vista?

– Es importante evitar el celular luego de la cena. Lo ideal sería que durante la comida haya diálogo sin televisión, pero si no se logra eso lo mejor es que la última pantalla sea grande, la de la televisión. La regla general está establecida en 20 por 20, que quiere decir que cada veinte minutos de pantalla salgo otros veinte minutos a mirar algo lejano y así descanso la vista.