Alberto Fernández privilegió -de nuevo- a la salud pública y decidió extender la cuarentena obligatoria hasta el 26 de abril inclusive. Será la tercer fase consecutiva del confinamiento y el presidente no descarta una cuarta fase, que dependerá de un sólo hecho estadístico: la curva de la pandemia. Si el número de contagiados y muertos baja en un ciclo robusto y continuo, la cuarentena se flexibilizará y después concluirá. En caso contrario, el jefe de estado ordenará una nueva fase, que incluirá a los primeros días de mayo, publicó Infobae.

Alberto Fernández recibirá hoy a su equipo de expertos en Olivos para analizar desde una perspectiva científica una decisión política que prácticamente ya asumió, tras una larga reunión con los ministros Santiago Cafiero, Wado de Pedro, Matías Kulfas, Ginés González García, Martín Guzmán y los secretarios Vilma Ibarra, Cecilia Todesca y Juan Pablo Biondi.

Los científicos argentinos entrarán a las 15 por la calle Villate y media hora más tarde serán recibidos por Alberto Fernández en la Sala de Reuniones de Olivos. El Presidente no pasa un día sin chatear con este comité de expertos, y su consulta presencial apunta a ratificar la importancia que otorga a los consejos científicos que recibe desde el comienzo de la crisis sanitaria.

El comité recomendó continuar con la cuarentena obligatoria y Alberto Fernández aceptó esa estrategia cómo único método conocido para contener el avance mortal del virus que se despertó en China. Si no hay cambios abruptos, causados por la acción implacable del coronavirus, los científicos avalarán que el confinamiento continúe hasta el 26 de abril inclusive.

Cuando concluya la reunión con los expertos y no quede ningún cabo suelto, el jefe de estado anunciará la extensión de la cuarentena obligatoria hasta el 26 de abril.

Aún no decidió el formato del anuncio, pero Alberto Fernández pretende que el 11 de abril se publique en el Boletín Oficial un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), explicitando en términos jurídicos todas las decisiones políticas, económicas y sociales que asumió tras una semana de consultas constantes con gobernadores, intendentes, legisladores, científicos y representantes de la CGT, la UIA y la CAC.
La toma de decisión presidencial respecto a la pandemia tiene una línea básica de razonamiento: hay que evitar el contacto social para aplacar los niveles voraces de contagio que tiene el coronavirus en su código genético.